La VII Bienal se llevó a cabo entre noviembre de 2001 y enero de 2002 bajo el tema: Globalización, nomadismo e identidades, e incluyó no sólo la pintura tradicional, sino casi todas las manifestaciones estéticas, como: dibujo, instalaciones, arte electrónico y otras. Se nombró curadurías en cada uno de los países representados, responsables de la selección de los artistas. Para la premiación se optó por conceder tres premios de igual valoración.
Se exhibieron obras de artistas de 19 países con un total de 84 artistas y 145 obras. El jurado estuvo integrado por Gerardo Mosquera de Cuba, Rogelio Polesello de Argentina, Mónica Vorbeck y Enrique Tábara de Ecuador y Gustavo Buntinx de Perú. Fué curador el Dr. Carlos Rojas y el Comité Organizador fue presidido por el Arq. Enrique Malo Abad.
PremioNombre: Olvidados
Autora: Teresa Margolles
País: México
Margolles evoca la devastación moral a través de relecturas de la muerte orgánica y su circunstancia.
Resignifica la muerte con luminosa claridad en uno de los ángulos de la vida social que nos atañe profundamente: la muerte no diferenciada; los cadáveres no identificados. Margolles perfila emociones y trabaja con el cuerpo lacerado en medio del abandono de la morgue.
PremioNombre: Sin título
Autor: Francisco Larios Osuna
País: México
Se trata de una actualización de los ex votos realizados con técnicas digitales. Su recurrencia al lenguaje de la ofrenda, a la tradición religiosa popular, su ácido sentido de ironía y su dominio técnico, destacan la obra.
PremioNombre: Itinerarios
Autora: Matilde Marín
País: Argentina
Matilde Marín nos muestra veintinueve autorretratos tomados al pasar por veintinueve sombras, siluetas fabricadas, proyectadas por el sol sobre diferentes suelos: Pamplona, Argentina, Brasil, suelos espinosos y pedregosos; síntesis de auge migratorio (nomadismo). Hace tiempo que los límites entre pintura y fotografía se han vuelto difusos y muchas veces sirven para complementarse.
Marín fotografía su propia sombra (su identidad) en los pisos más diversos y más unidos al colectivo, allí está fijando un instante de su vida, eternizando lo que ya no existe.